Cómo hacer frente a la exclusión bancaria tras la reestructuración del sistema financiero
La crisis del sistema financiero y su reestructuración se ha llevado por delante, desde 2008, más de 10.500 sucursales bancarias. Estamos ante una reducción del 23% de las oficinas en solo 6 años. Más de 1 millón de consumidores vive en municipios en los que ni siquiera hay una oficina bancaria según datos de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). En 11 provincias españolas más de un 10% de su población reside en localidades sin bancos ni cajas de ahorros, superando el 25% en Zamora.
Aun hay más. Otro millón de habitantes residen en municipios en los que solo hay sucursales de cajas de ahorros. Y más de 200.000 lo hacen en localidades en las que únicamente operan cooperativas de crédito. Los bancos son los que menos población rescatan de la exclusión financiera, ya que apenas 150.000 ciudadanos habitan en poblaciones que solo tienen oficinas de bancos.
Cómo afrontar los problemas de la exclusión bancaria
El hecho de no tener disponible una sucursal bancaria en nuestro municipio, o que no esté la de la entidad con la que operamos puede llegar a ser un inconveniente para muchos consumidores, acostumbrados tal y como estamos a usar tarjetas, acudir a cajeros automáticos y domiciliar recibos y nóminas. Sin embargo, es posible hacer menos uso de las entidades financieras para estos menesteres.
Por ejemplo, muchos recibos se pueden pagar a través de las oficinas de Correos. Para ello se debe acudir a una de ellas, identificar el titular del recibo y la cantidad a pagar, o presentar directamente el recibo. En la web de Correos se pueden comprobar qué empresas están adheridas a este sistema de pago.
Además algunas empresas contemplan la posibilidad de afrontar el pago en tiendas u oficinas. Otra opción es pagar el recibo vía Internet, para lo que será necesario disponer de una tarjeta en la que efectuar el cargo del importe.
A la hora de cobrar el importe de la nómina, es posible negociar con la empresa para que éste se realice en efectivo en lugar de por transferencia bancaria, aunque hay que tener en cuenta que los pagos en efectivo superiores a 2.500 euros están prohibidos en España.
Por otra parte, muchos consumidores quieren utilizar menos las tarjetas de crédito o débito y deciden tener un remanente de dinero en casa para los gastos mensuales. Si es su caso procure guardarlo en un lugar muy seguro, como pueda ser una caja fuerte, para evitar disgustos inesperados…
Además la difícil situación económica de muchos consumidores es el caldo de cultivo que permite la proliferación de negocios basados en el préstamo entre particulares, práctica legal pero que debe ser sometida a control y regulación férreos. Suelen plantear condiciones abusivas para los deudores, e incluso captar ahorro de inversores para estas operaciones de máximo riesgo. Cuidado si decide acudir a una de estas plataformas para obtener dinero extra…
En síntesis, como hemos visto, los consumidores que se encuentren en exclusión bancaria por la falta de oficinas en su zona, o quieran realizar un consumo crítico y responsable usando menos los cada vez más caros y elitistas servicios financieros pueden hacerlo aunque deben mantenerse vigilantes y extremar las precauciones si no quieren incurrir en impagos o tener problemas con sus ahorros.